Wednesday, April 29, 2009

Están enrocados

Hay consenso en el análisis: el efecto más visible y dramático de la crisis es el paro. Pero hay discrepancias profundas en como ponerle remedio porque todos -Gobierno, oposición, patronal y sindicatos- están enrocados en una defensa numantina de sus posiciones.

Simplificando posturas, el Gobierno piensa que el empleo se genera con más gasto público adobado con optimismo y mantiene que no habrá reformas ni recortes para los trabajadores; la oposición anda falta de ideas positivas y abandera el catastrofismo; el objetivo de la patronal es abaratar el despido; los sindicatos se oponen radicalmente a cualquier reforma laboral y predican un plan de choque con acciones que, dicen, disminuirán la destrucción de empleo.

“La salida de la crisis o es social o no es y no voy a admitir ningún chantaje”, dijo el domingo un presidente del gobierno mitinero. Es razonable que ni el presidente, ni los agentes económicos y sociales admitan chantaje alguno, faltaría más. Pero sí que deberían admitir las ideas que pueden ser valiosas para acabar con la sangría del paro.

Como las “propuestas para la reactivación laboral en España” de un centenar de economistas (www.crisis09.es) que, alejados de cualquier cálculo electoral, defienden la necesidad de reformas en el mercado laboral que concretan en cuatro puntos: acabar con la dualidad laboral, cambiar el diseño de protección por desempleo, modernizar la negociación colectiva y reformar las políticas activas de empleo. Son recomendaciones que, además de ser respetuosas con los derechos de los trabajadores, favorecen la creación de empleo en el marco de un nuevo modelo productivo y, por tanto, deberían estudiar los agentes políticos, económicos y sociales para llegar a un acuerdo de mínimos.

“En caso de crisis, es necesaria la unión nacional”, dice el ministro socialdemócrata francés de Exteriores. También aquí es necesario que se reúnan, que pongan sobre la mesa las ideas y que todos cedan en sus posiciones para buscar esa unión nacional -también en Galicia- en la que quepan las reformas estructurales necesarias que dieron buenos resultados en otros países y parece que son premisa de partida para reactivar el empleo y salir de la crisis.

Sunday, April 26, 2009

Tiempo nublado

Como en tiempos de Jorge Manrique, el cambio es la nota distintiva de nuestra época, pero con un matiz importante: su velocidad se ha multiplicado exponencialmente. El río de Heráclito ya no baja formando remansos de aguas tranquilas y cristalinas. Hoy los productos caducan en los frigoríficos y cuando quieres reponerlos, ya han rediseñado su envase; los discursos, con una enfermiza proliferación de los adjetivos ‘nuevo’ y ‘distinto’, han conseguido banalizar los significados de las palabras; incluso lo cierto en un momento determinado se pone en tela de juicio a cada momento, como nos enseña día a día la ciencia. El único principio inexorable es el que propugna la filosofía del conocimiento: todo es válido mientras funcione, pero el día en que encontramos un modelo mejor, los mitos sagrados se tornan ídolos de barro.

Nuevas formas y tiempos distintos se acuñan hoy en el escenario político al menor descuido, y en vez de asegurar que la tarea de revisión y análisis es una misión inaplazable para cuantos acceden al sillón de mando, compruebas asombrado que la entrevista y la cámara es tarea de máxima prioridad.

Es el destino inexorable de nuestro género, como lo es el olvido que nos empeñamos en desenterrar de su sepulcro bajo las losas del tiempo. Por eso hay momentos en que las obras que uno leyó tiempo atrás adquieren otras dimensiones. El entorno ha cambiado, y lo que en un momento no dejaba de ser una forma de ver el mundo, adquiere de pronto el valor de lo profético o se abandona definitivamente al destino fatal de lo errático.

Estos días releo un pequeño libro de ensayo de ese enorme escritor del siglo XX que fue Octavio Paz. Su título: Tiempo nublado. Desde la primera página de su ensayo crítico sobre el terrorismo, el libro va adquiriendo nuevos significados. Echas la vista atrás y revisas, bajo la óptica del escritor mexicano, la historia del siglo XX como la eterna disputa de los nacionalismos y la religión, desde las grandes guerras a la confrontación de Occidente con las culturas islámicas. Octavio Paz fue uno de los más grandes ensayistas de la literatura hispánica, y un apasionado observador de la política internacional. Una lectura recomendable para un tiempo nublado como el actual.

Thursday, April 23, 2009

El futuro de las pensiones

“Si desea ser feliz, pulse el uno. Si le da lo mismo ocho que ochenta, pulse el dos. Si quiere conocer su futuro: espere, por favor”, es la respuesta telefónica que recibe un personaje creado por Máximo para una viñeta.

Parafraseando al genial humorista “si quiere conocer el futuro de las pensiones” escuche al gobernador del Banco de España que periódicamente y dentro de la más pura ortodoxia económica, presenta análisis que unas veces corrigen al ejecutivo y otras ridiculizan el optimismo enfermizo que el presidente contagia a sus ministros.

Estos días viene alertando sobre el impacto de la crisis en las cuentas de la Seguridad Social y del rápido deterioro del superavit, que podría desaparecer este año, y propone reformas para salvaguardar a largo plazo el sistema de pensiones.

Su diagnóstico, que coincide con el de otros cualificados expertos, tiene pinta de ser un análisis solvente, alejado de querencias partidarias y, por tanto, apoyado en informes y datos rigurosos, muchos de los cuales proceden del Ministerio de Trabajo. Por eso sorprende que el ministro y otros miembros del Gobierno, arropados por los líderes de los sindicatos mayoritarios, en un arrebato de enojo se tiren a la yugular del gobernador cuestionando hasta la descalificación el rigor de sus reflexiones y consejos.

No sé quien tiene razón, pero merece más credibilidad el gobernador que los líderes sindicales, que el mismo ministro que ya se equivocó en las previsiones de creación de empleo y en la evolución del paro, y que el propio Gobierno que hace un año negaba la realidad de la crisis. Da la impresión que detrás del frenesí de tantas fotos hay un Gobierno muy preocupado por las consecuencias políticas de la crisis que, pese a estar desbordado por la evolución económica, se enroca en su postura y arremete contra las opiniones discrepantes de técnicos muy acreditados.

Lo que sí sobran son los exabruptos contra el gobernador que descalifican a los autores, que deberían abrir un debate sosegado y trabajar con la hipótesis de sus análisis para evitar sorpresas en el futuro. Y para devolver la confianza a los pensionistas y a los que trabajan hoy con la esperanza de cobrar su pensión mañana.

Saturday, April 18, 2009

El Principito

Pocos libros en el mundo contienen más sabiduría que El Principito. Debería ser lectura obligatoria en todos los centros docentes para que los alumnos aprendan a diseccionar la magia de las palabras y descubran la enorme polisemia de su contenido.

No se preocupe, no voy a hablar de Saint Exupéry ni de su obra. Sólo quería recordar las primeras páginas del libro. En ellas nos dice su personaje que, cada vez que se encontraba con alguien aparentemente lúcido, le sometía a la experiencia del dibujo número uno, aquel de la boa y el elefante, para comprobar desolado que la respuesta era siempre: “es un sombrero”.

Desde ese momento, el pequeño principito tenía que ponerse a la altura de su interlocutor: hablarle de golf, política y corbatas. Curiosa tríada. La gente de la calle es nuestro principito, y dice: ¡Es cosa de políticos! Y así se quita de un plumazo la verborrea de sus representantes.

“Es un sombrero”: lo mismo pensé estos días ante el espectáculo de dos formas de puesta en la escena política, la de un gobierno recién reformado y la de otro a punto de hacerlo. El primero, controvertido y arriesgado. Controvertido porque, quizá una vez más, la lección subliminal que nos ofrece el gobierno de la sonrisa no es para lanzar fuegos a la luz de los comentarios generales: ¡Niño, a estudiar para ministro!

Lo segundo, porque la teoría política siempre ha desaconsejado la mezcla del aparato de un partido que sustente al Gobierno con el propio Gobierno. Legislativo y Ejecutivo en la misma coctelera, pero de forma impúdica e insolente. Es como jugar al ajedrez con chulería principesca, abriendo las murallas de peones mientras levantas la frente al cielo y presumes de que no necesitas enroscarte. Caballos saltando a diestro y siniestro, diagonales abiertas, y tú regodeándote en lo que no tienes: estrategia para ganar la guerra. Órdago a la chica.

El segundo Gobierno, estrenando despachos y sillones, también comienza con gestos: un contrato de promesas, que no deja de ser un guiño rousseniano al electorado; algunas promesas que dejan en agua de borrajas ciertas maneras trasnochadas, y muchas generalidades, como todos los discursos programáticos. Pero al menos, no hay precedentes para juzgar antes de los cien días reglamentarios.

Wednesday, April 15, 2009

El precio de la leche

Escribo este artículo antes de la primera sesión de la investidura y, por tanto, desconozco si el mundo rural y los problemas del sector lácteo ocuparán el espacio que merecen en el discurso programático del candidato y en las réplicas de la oposición.

Desde el ingreso en la UE, el campo gallego, que venía padeciendo el mal endémico del minifundio y era el último reducto de una economía de subsistencia, experimentó la reconversión más brutal de cuantas se han dado en Galicia. Baste recordar que desaparecieron miles de pequeños labradores y, después de una mala negociación con Europa, fueron apareciendo nuevas explotaciones que se especializaron en la producción de leche y adquirieron cierta dimensión para poder competir en el entorno comunitario.

Ahora el sector está otra vez amenazado por la llegada masiva de leche foránea a un precio con el que no pueden competir las granjas gallegas. Por causa de estas importaciones las industrias suspenden la recogida de la leche o la recogen al precio de intervención oficial -0,16 céntimos litro-, que no cubre los costes de producción y asfixia a las explotaciones que, a corto plazo, están condenadas a un cierre que deja sin medio de vida a muchas familias.

En ese escenario dramático están miles de agricultores, solos y desamparados frente al mercado y a los intereses de las empresas y superficies comerciales. Mañana se manifiestan en Madrid y seguramente obtendrán como respuesta la indiferencia del poder ya que para el Ministerio de Medio Rural "el de la leche es un problema de Galicia".

Una vez más el campo es el gran olvidado y en esta situación de crisis también necesita ayuda y protección para salvar la producción láctea manteniendo los precios que garanticen la viabilidad económica de las explotaciones. Al menos merece la misma ayuda y protección que reciben otros sectores y productos.

Pero atender al campo requiere, además, que el gobierno gallego lo tome en serio y produzca ideas y proyectos que generen una política de desarrollo del rural. Nos va mucho en ello porque sin un medio rural desarrollado y equilibrado, capaz de generar productos para todos y riqueza para sus gentes, Galicia pierde parte de su identidad.

Saturday, April 11, 2009

Economía emocional

"La economía es muy emocional", me escribía una estudiante de Periodismo hace unos días a través de una red social de profesionales de la comunicación. Me llamó la atención su afirmación, no sé si consciente de que, efectivamente, ahí radica una de las claves para el entendimiento de esta ciencia social que, durante siglos, ha pretendido construir un edificio racional del homo economicus, desterrando cualquier intento de explicación que no se apoyara en esa catedral racional y teórica.

Motterlini, abierto a la introducción de nuevas ciencias a este campo de conocimiento, dio tal título a un libro sobre neuroeconomía, y Galbraith, hace ya unos cuantos años, nos advertía de cuánto de emocional tienen las previsiones económicas oficiales de las administraciones.

La emoción, junto con la escasa memoria histórica, son características humanas que se traspasan a las ciencias sociales. Suelo decir de una forma burda pero gráfica que los analistas de Bolsa son trabajadores por cuenta ajena, y que el concepto de ‘Nueva Economía' ya ha entrado en la tercera edad y habría que jubilarlo definitivamente desde aquel libro de Seymour Harris de 1947.

Lo malo de una economía emocional, en la que no es lo mismo un ministro de Economía que otro, es que las proclamas maximalistas suelen quedar como testigos impasibles de nuestras equivocaciones. En estos días repasé a vuelapluma un pequeño y amarillento título del profesor Tamames, escrito en las postrimerías del franquismo con un cierto aire de oráculo grecorromano, ‘Quo vadis, Hispania?'. En él, una de las más brillantes cabezas de la época dejó frases que seguramente no suscribiría ni ahora ni pocos años después, con la Constitución recién aprobada. Por ejemplo, algunas ideas básicas sobre la reordenación del crédito, tema muy actual en esta fase posterior al encuentro del G-20.

La economía es emocional, sin duda. Lo vemos cada día en la Bolsa y en el mercado, cuando la cesta de la compra se vacía por impulsos y creencias que nacen en las vísceras y no en la cabeza. Por eso pidamos gestores que no olviden que la emoción, en economía, es tan importante como la razón.

Wednesday, April 08, 2009

Voto de confianza

En plena transición un diputado de la oposición se quejaba de que la UCD que apoyaba al Gobierno aplicara con frecuencia el rodillo de su mayoría absoluta porque "ya no sabemos qué hacer ante el rechazo sistemático de muchas de nuestras propuestas". Una joven andaluza que participaba en la conversación, con el gracejo propio de su tierra le contestó: "Ustedes lo que tienen que hacer es oposición y, si pueden, deben hacer un trabajo de oposición al menos tan bueno como el que hace el Gobierno".

Que ejercer y apoyar la acción de gobierno y hacer oposición son las funciones que deben desempeñar parecen tenerlo claro los diputados gallegos que hace ocho días tomaron posesión de sus escaños. Todos fueron elegantes en sus deseos de una legislatura de "mano tendida" y los portavoces de la oposición prometieron una oposición dura, seria e intensa pero responsable, rigurosa y constructiva en el control permanente al ejecutivo y la propuesta de alternativas para la resolución de los problemas del país. Es la forma adecuada para que la sociedad vea en sus ideas, propuestas y discrepancias una alternativa válida a la que se le pueda encomendar de nuevo el gobierno.

Hasta se obró el milagro de que el presidente en funciones rebajara la tensión en su último encuentro con su sucesor al frente de la Xunta, que también promete no aplicar una política sectaria y gobernar para todos -incluidos los 750.000 que no le votaron- haciendo que se desvanezcan las siglas de su partido para que aparezcan las de Galicia.

Por tanto, el comienzo de la legislatura pinta bien. Porque los diputados parecen predispuestos a la búsqueda de amplios consensos y pactos para resolver los problemas del país y afrontar sus retos de futuro. Pero también cabe la posibilidad de que fueran presa de la emoción al entrar en el Parlamento y en poco tiempo busquen los llamados "réditos políticos" y reaparezcan las discrepancias viscerales y los brotes de crispación que desde la Cámara pueden trasladarse a la calle.

En principio merecen un voto de confianza. Pero que sepan unos y otros que tienen cuatro años para desempeñar sus funciones y ejercer sus responsabilidades, que será la materia de su evaluación permanente.

Saturday, April 04, 2009

La caja de Pandora

Zapatero comenzó su etapa con gestos, en ocasiones afortunados, como la salida de Irak, y en otras desafortunados, como las reformas estatutarias, dispuesto a hacer tabla rasa del pasado y sentar cátedra de ética y buen gobierno tras un periodo en el que se había perdido el rumbo y la proporción, un criterio éste último de gran peso en la doctrina jurídica.

Durante todos estos años, sus ademanes revestidos de sonrisa de mago, que al principio encandilaban, se tornaron huecos y poco creíbles. La reforma estatutaria ni era una preocupación social mayoritaria ni podía llevarse a cabo desde criterios unipartidistas, por mucho apoyo autonómico que se consiguiera. No dejaba de ser una chapuza revestida de necesidad constitucional. Lo que no es obstáculo para que podamos convenir en que sí es necesario destapar la caja de Pandora del supremo texto legislativo, pero asegurando que se podrá guiar su reforma por los caminos previstos. Entre otras cosas, porque una vez abierta hay que retocar todo lo que el tiempo ha demostrado que es mejorable.

Hay temas que no pueden gestionarse como se debe sin previo consenso político mayoritario. En asuntos constitucionales, el pensamiento único siempre fue un mal consejero. Y aquello acabó donde sabíamos que terminaría: en el Constitucional, al abrigo de muchas sospechas de cómo se decantará en esta ocasión el máximo Tribunal.

Ahora, de nuevo, y coincidiendo con la enorme metedura de pata de la actuación al margen de los organismos internacionales en el tema de Kosovo, el Ejecutivo pone sobre la mesa la derogación del superviviente artículo 417 bis del Código Penal reformado, que ampara el aborto limitado a los tres supuestos conocidos. Ahora, la intención parece que va a pasar por combinar una ley de plazos de hasta las 21 semanas con aquellos supuestos excepcionales.

Preocupa, sin embargo, no la polémica desatada por una Iglesia que vive muy alejada de su tiempo, sino que la decisión del aborto pueda tomarla una menor de edad, cuando a esa misma niña no se le otorga capacidad para obrar en muchos otros aspectos a mi juicio menos importantes que la decisión del aborto. Como siempre, se abre inútilmente la caja de Pandora porque se quiere legislar desde una sola opción lo que se debe solucionar por otras vías.

Wednesday, April 01, 2009

Cuestión de confianza

Escuché en una emisora de radio que en una cafetería de Valladolid, además de los lugares destinados a fumadores y no fumadores, habilitaron un tercer espacio bajo el rótulo “prohibido hablar de la crisis” para aquellos clientes que no quieran conversar sobre la situación económica.

Me parece una iniciativa genial. Es verdad que la crisis se introdujo de tal forma en las entrañas de la sociedad y en nuestras propias vidas que no hay reunión de trabajo, tertulia de café o encuentro programado o casual en que no sea el primero y a veces el único tema de conversación. Ahora ha dejado de ser asunto debatido por especialistas para pasar a formar parte de los comentarios de la gente corriente.

Pero este climax de preocupación satura y genera un estado de ánimo de pesimismo generalizado, de inseguridad y miedo ante el futuro. Y determina el tránsito de la crisis económica a la sicológica que nos sumerge a todos a una profunda depresión donde la desconfianza es total.

También es verdad que a veces es imposible sustraerse a tanto decaimiento de ánimo que con frecuencia estimulan muchas noticias económicas negativas y sobre todo los debates parlamentarios en los que quienes gobiernan exhiben tanto optimismo que ocultan la realidad de los hechos y la oposición muestra una cara tan pesimista que no deja lugar para esperanza alguna. Esa actitud de unos y otros, más que subir la moral, aumenta la incertidumbre y la percepción de que o bien la crisis no tiene solución o esta se busca por caminos equivocados.

Por eso, la iniciativa de la cafetería vallisoletana es muy oportuna y, además, está en línea de lo que predican los gurús de la dirección de empresas para los que la salida de la crisis es una cuestión de confianza. Como primera medida proponen escapar de ese estado de postración, abandonar la tristeza, actuar desde el pensamiento más creativo y optimista y no amargarse la vida, porque vendrán tiempos mejores.

Mientras vengan mal dadas hay que abrigarse contando siempre con paraguas mentales alternativos. El primero para dejar de martirizarnos con pensamientos negativos y recobrar la confianza en nosotros mismos que es una premisa de partida para superar las dificultades.