Saturday, May 29, 2010

Esta partida que jugamos

Aborrezco las excusas. Odio que justifiquemos nuestros actos recordando que nosotros también los hemos pasado. Si seguimos este hilo: ¿un maltratado tiene derecho a ser maltratador? Lo dudo.

Con este argumento escuchamos decir que es normal que los asiáticos trabajen más de ocho horas al día… Exclamamos: ¡En España también pasó, y no hace tanto!

Demasiado simple. Obviamente el desarrollo pasa por diferentes fases, pero ahora, en nuestra situación de superioridad económica, no deberíamos aplicar esa mala praxis que en un momento tuvimos que aceptar.

Es una idea de sentido común: nuestros padres y abuelos tuvieron que dejar de estudiar por trabajar. ¿Obligaremos a lo mismo a nuestros hijos? No lo creo. Por ello considero que los países en vías de desarrollo que están intentando subirse al tren de la globalización, deben hacerlo con las condiciones que se han conseguido en los países más desarrollados; hayan o no luchado ellos mismos por obtenerlas. Ya es difícil entrar en un mundo que les lleva tanta ventaja, no lo convirtamos en algo imposible.

Los llamados derechos de tercera generación tardaron en llegar, pero lo hicieron. Son los vinculados a la fraternidad de la Revolución Francesa. Permitamos que ellos también los disfruten: les llevamos ventaja, sacamos provecho de su situación, ya estamos jugando un partido de once contra diez. No les quitemos también a su portero. Y lo más importante, exijamos a sus gobiernos que luchen por ello: sin estructura estatal, sin buena gobernanza, ninguna partida se puede ganar.

Friday, May 28, 2010

Aquellos maravillosos niños

Hoy hablaré de ellos: los desprotegidos, los indefensos y los utilizados.

Sorprendentemente, una democracia como EEUU no ha firmado su convención de derechos, aunque dicen que los respetan. Las multinacionales ya es otra historia —solo hay que recordar el caso de Nike.

Me indigna. Me ofende que los valores que respetamos en nuestros territorios se olviden nada más pasar la aduana. Me inquieta que se acepten estas prácticas por el mero hecho de que “es necesario; sino su situación podría ser peor”. Harta de estos argumentos: todo puede empeorar, pero en nuestra mano está la lucha por mejorarlo, no la apatía por verlo imposible.

Gran falacia de la globalización: creemos que, aunque vivan situaciones infrahumanas, es positivo porque les ayudamos a alcanzar su subsistencia. Todo el mundo tiene un precio, pero esa ética que todos decimos profesar debería indicarnos qué línea es infranqueable. Y no lo hace.

¿Por qué no buscamos cómo solucionarlo? No es fácil, pero me inspira el sistema sueco de castigo de penas en origen —penas de prisión a aquellos que realicen turismo sexual, por abuso a mujeres y niños− o la subida salarial de un tanto por ciento a las mujeres con hijos por tenerlos escolarizados.

Ideas simples, sin base científica; lo dejo en mano de los especialistas. Me limito a proponer, a recordar que es nuestra obligación controlar y castigar a nuestras empresas, nos afecte o no directamente.

Si no fomentamos el cambio, los derechos no serán más que un mero papel firmado, no vinculante y nada efectivo. El progreso de las naciones está en sus manos. No las embrutezcamos.

Wednesday, May 26, 2010

Invitan los de siempre

Hay que remontarse a los años 70, cuando el cambio político de la dictadura a la democracia cursaba con una profunda crisis económica y una gran escalada terrorista, para encontrar a tanta gente tan profundamente deprimida y preocupada por el futuro propio y el del país. Si la "temperatura ambiente" de la sociedad se mide por el estado de ánimo de las amas de casa, del tabernero, del taxista, de los profesores, de los autónomos, de los empresarios, de los profesionales y de los jubilados, la verdad es que se percibe una gran inquietud causada por la enorme incertidumbre e inseguridad ante el futuro.

El Gobierno acaba de presentar un paquete de medidas severas para reducir el déficit público, según parece por mandato de nuestros socios europeos y americano, cuya primera consecuencia es el empobrecimiento general de los de siempre, que son víctimas de una crisis que ellos no causaron. Seguramente son medidas necesarias, pero muy duras, sobre todo para los jubilados y funcionarios -en Galicia más de un millón de personas- que ven como se congelan sus pensiones y recortan sus salarios mientras constatan que todas las administraciones derrochan el dinero a espuertas.

También este Gobierno, que sí ha cambiado y gobierna a bandazos aunque el presidente diga lo contrario, queda sin discurso al castigar a los más débiles y pierde una nueva oportunidad de atacar el fraude fiscal y la economía sumergida; de recortar muchos gastos discrecionales y de eliminar cientos de subvenciones totalmente prescindibles. Decía un funcionario que "el problema de este país no está tanto en saber de donde sacas el dinero sino en controlar donde se gasta".

Por el bien de todos, ojalá se aprueben estas tardías medidas y den el resultado esperado, aunque el ajuste también recorta la inversión y, por tanto sacrifica el crecimiento y muchas posibilidades de recuperación de la economía, que ya fue revisada a la baja.

Ahora falta saber qué más nos espera después de este recorte, una incógnita que justifica plenamente la depresión anímica de la población. Que aún así aporta su "contribución solidaria para salir de la crisis", eufemismo que emplean las vicepresidentas para no nombrar la subida de impuestos y los recortes salariales.

Thursday, May 20, 2010

El Xacobeo de Galicia

En el Fórum Gastronómico de Santiago que se celebró en febrero, el Director de Turismo de Cataluña presentó el “Camino de Sant Jaume a Galicia” -el Camino de Santiago en territorio catalán- que consideran un producto estrella para dotar al turismo de contenido cultural, patrimonial e histórico y enriquecer su oferta tradicional de sol y playa. Joan Vilalta decía que el Camino recoge la historia de Europa y para relanzarlo, además de la señalización, publicaron guías en catalán y castellano y preparan las versiones en francés e inglés.

Por aquellos días, mientras este técnico catalán nos enseñaba como ellos sacan provecho a su peculiar y pequeño xacobeo, en Galicia estábamos ocupados en peleas estériles entre políticos y administraciones que se zurraban con dureza repartiendo culpas y responsabilidades por los titubeantes comienzos del Año Santo.

Es verdad que el Xacobeo 2010 tuvo la mala suerte de nacer políticamente “en terreno de nadie”, a caballo entre un gobierno que se iba sin ocuparse de él y otro que, cuando tomó posesión, no disponía de tiempo suficiente -ni de ideas- para planificarlo con la altura requerida. La primera consecuencia fue la improvisación en campañas de promoción, en la programación que no incluye un evento capaz de situar a Santiago y a Galicia abriendo los telediarios, o en la elección del lema publicitario oficial, que no transmite una imagen de marca de este acontecimiento singular. A mayores, la poca colaboración del Gobierno central y el escaso apoyo económico de las empresas dejaron a la Xunta sola y desamparada frente a su organización, que recibió de todo menos elogios.

A pesar de todo, el Xacobeo y sus caminos mantienen viva una tradición milenaria y son el mejor reclamo para que Compostela y Galicia reciban el espaldarazo de miles de peregrinos, algunos tan distinguidos como los Príncipes, los Reyes o el Papa, y una buena inyección económica. Por eso debería ser un elemento de consenso que aunara esfuerzos de todos para impulsar los caminos, mejorar y aumentar los albergues y acoger calidamente a los peregrinos. En Cataluña, decía el director de Turismo, “estaríamos encantados de tener un xacobeo” y aquí deberíamos valorar más nuestro Xacobeo de Galicia.

Wednesday, May 12, 2010

Amortizados

Algunos días, tras escuchar las noticias económicas en los informativos o leerlas en los periódicos, a uno le entra la tentación de exiliarse aun sabiendo que escapar es una inútil huida a ninguna parte. Pero el paisaje económico que refleja la realidad del país y describen los medios es de una gran incertidumbre, casi tan negro como la negrura de las largas noches invernales.

Por eso el estado de ánimo de los españoles anda mal, como corroboraba una encuesta reciente en la que la inmensa mayoría de los preguntados califica como muy negativa la situación económica, ve lejos el final de la crisis y expresa sus temores al riesgo de contagio del "caso griego", que considera un serio aviso si no se toman las medidas adecuadas.

Pero las desgracias nunca vienen solas, sentencia el viejo dicho, y la crisis económica cursa acompañada de una crisis política que tiene su expresión en el suspenso que dan los ciudadanos al Gobierno y en la poca confianza que merecen los partidos y los líderes, que son quienes deberían adoptar las medidas adecuadas para frenar el deterioro económico y social.

La valoración que los encuestados hacen del presidente y del jefe de la oposición es la más negativa de la legislatura. Del primero dicen que improvisa sin parar, inspira poca o ninguna confianza y no aprueba en su gestión. El líder de la oposición no capitaliza ese descontento porque no es visto como alternativa clara para enfrentarse a los problemas del país. Ambos tienen dos modelos distintos de gestionar la crisis, pero parece que solo saben administrar la bronca buscando su beneficio político y el de sus partidos. De su última "cumbre" se esperaba que pactaran un plan de ajuste de la economía y solo hablaron del plan de rescate de Grecia y de la reforma-reparto de las cajas, con las gallegas como protagonistas. Es significativo que la Bolsa siguiera en caída libre.

En resumen, la sociedad -y los mercados- desconfían de Zapatero y no están convencidos de que Rajoy sea el recambio. De la encuesta del CIS se puede deducir que están amortizados y deberían irse porque, más que la solución, son un obstáculo para la recuperación económica y anímica del país, que necesita personas con ideas nuevas y con valentía para tomar decisiones.

Saturday, May 08, 2010

Cuando China recupera la cordura

Por el interés te quiero Andrés. ¡Qué buen refrán! Esto es lo que sucede con la política china. A los hechos me remito: su gobierno ha abierto sus fronteras a los enfermos contagiados por el virus del VIH (SIDA), que ascienden a más de treinta millones de personas. Personas y futuros visitantes de la Exposición Universal de Shanghái, que abre sus puertas en mayo. Por eso los aceptan, no nos engañemos. Del mismo modo, se agradece. Se agradece el hecho de devolver la libertad de movimiento a una persona a la que se la condena simplemente por padecer una enfermedad. Es una lástima que llegue tan tarde.

Parece que el hecho se justifica porque “es China”, no una democracia. Sin embargo, sorprende pensar que hay otros cincuenta y un países que también permiten estas aberraciones: cinco de ellos no conceden ni siquiera el permiso de estancia corta y veintitrés deportan a los enfermos en cuanto conocen su situación. Lo peor es que en esta lista está incluida hasta la gran Australia. ¿Cómo una sociedad ha podido abrir tanto su economía sin ampliar los derechos de los ciudadanos?

En cambio, no se comprende y se critica el hecho de que las mujeres africanas no dejen de dar el pecho a sus hijos cuando saben que son seropositivas, se critica que no tomen la medicación, que su sociedad las margine y que se cree un estigma irremediable, que solo complica las cosas. ¡Qué ironía! ¡Y qué fácil es ver la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio!

Al menos confiemos en que haya más ferias, más eventos o más acuerdos que hagan que el mundo se vaya poniendo en su lugar. Es imposible avanzar si ponemos freno a la libertad.

Thursday, May 06, 2010

El Senado plurilingüe

No sabría decir cuáles son las verdaderas funciones del Senado que no desempeña papel alguno en la elección del presidente del Gobierno, es poco útil como Cámara de segunda lectura y su control al ejecutivo es una mala copia del control que ejerce el Congreso de los Diputados. Quizá por eso la "Cámara de representación territorial", como lo define la Constitución, sigue esperando una reforma identitaria que le convierta de verdad en órgano representativo de las Comunidades Autónomas. Mientras, la "senaduría" es una recompensa de los partidos a sus fieles.

Pero el Senado busca tener aspecto de "cámara territorial" y para ello sus señorías aprobaron una iniciativa de reforma del reglamento impulsada por Senadores nacionalistas para que en su seno puedan hablarse todos los idiomas del país. Quieren los senadores que la Cámara Alta se abra al "don de lenguas" para que refleje la España real que también es plurilingüe.

La deriva idiomática del Senado hará posible ver y escuchar a un senador gallego (y vasco, catalán o valenciano) debatiendo con un colega de El Bierzo, de Murcia o de Extremadura "traducción simultánea mediante" mientras están en la tribuna o en sus escaños. Porque concluida la sesión, se van a la cafetería a tomar las cañas hablando la lengua común.

Lo que no explicaron sus señorías es cuál va a ser la aportación del Senado plurilingüe al arraigo de los idiomas autóctonos, a la consolidación y progreso del modelo de Estado autonómico o a la mejora del bienestar de sus electores.

Por eso quizá no sea políticamente correcto decirlo, pero parece una frivolidad que, con la que está cayendo, sus señorías rechacen el idioma común que todos conocen para debatir y buscar soluciones a problemas también comunes, un rechazo que no se sabe si encaja mejor en el género del esperpento, del teatro de lo absurdo o de lo ridículo elevado a categoría política.

Moisés Naím, un acreditado analista político, dice que en democracia a veces ocurre que los intereses más defendidos por los gobiernos no son los de los sectores más numerosos, sino los de los más vociferantes.

Dicho en versión libre, la democracia permite también que se tomen decisiones que la sana razón ni comprende, ni aprueba. Realmente, España es diferente.

Saturday, May 01, 2010

Nigeria, la vergüenza

Esta historia viene de lejos. Ya Mandela en su momento –en el año 1995– manifestó una dura crítica contra el régimen nigeriano por la violación, sin ningún tipo de miramiento, de los derechos humanos. En ese momento, el mundo le dio la espalda: la lucha por los derechos humanos no parecía tener suficiente importancia.

La historia se repite: conocemos por la prensa que, debido al hacinamiento en las cárceles del país, Theadore Orji, el gobernador del Estado de Abia, va a ejecutar a aquellos presos que selectivamente decida.

Selectivamente: qué buen término. ¿De qué va a depender? ¿Será por el delito cometido? ¿O más bien se mirará edad y motivos para vivir? ¿Quizá se centren en la carga que lleven a sus espaldas? ¿Les preguntará alguien quién quiere presentarse como voluntario?

Lo peor es que Occidente lo contempla impasible, mientras que treinta y seis gobernadores lo apoyan. Ha sido Amnistía Internacional la que lo denunció, pero no ha habido ninguna aparición pública de las grandes democracias de Estados Unidos y Europa condenándolo.

No se condena esto, al igual que nunca se ha condenado la situación de esos presos, muchos a la espera de juicio desde hace décadas, y demasiados encarcelados sin haber cometido ningún delito. 870 personas condenadas a muerte, quizá, sin motivo alguno.

¿A qué esperamos? Tal vez es que la vida de los nigerianos vale menos que la de los iraquíes. Será eso. De ahí se explica nuestra actuación en un territorio y nuestra pasividad ante la falta de democracia en otro.