Thursday, June 24, 2010

El discutido sistema de Bolonia

A pesar de las quejas y manifestaciones, ya ha llegado. Buena idea, difícil implantación: no podemos presumir de poseer una gran calidad educativa (pese a no ser tan mala como se comenta), pero podría ser mejor.

Un sistema basado en tres soportes. Por un lado, mejores profesores: se implanta un modelo europeo basado en trabajos y trato constante, cuando en la universidad española no se les exige más allá de dar clases magistrales y un examen final. Por otro, alumnos más preparados: menos tomar apuntes y más resolver casos, como en el sistema estadounidense. Es decir, formación más práctica desde el inicio, para que nuestros jóvenes salgan más capacitados al mercado de trabajo. Y por último, mejores universidades: dejemos de luchar por tener una facultad en cada ciudad, y ofrezcamos menos planes, pero más completos y acordes con las demandas de nuestros clientes.

Setenta universidades en España, más de 3.000 titulaciones ofertadas y una gran cantidad de alumnos que no saben qué será de su vida. Sin embargo, cuantos más estudios, más opciones de trabajo. Incluso en épocas tan complicadas como la actual, del total de desempleados registrados sólo el 7% tiene estudios superiores y únicamente el 2% son posgrados, mientras que el 35,45% no tiene estudios.

Aún así, es necesario reiterar la misma denuncia de siempre: comencemos por recompensar a los alumnos. Cansada de nunca recibir una beca porque mi familia excede de los ingresos máximos, con lo que al final resulto penalizada en comparación con otros que pueden sufragar con muy jugosa (y discutible) financiación donde yo sólo puedo disfrutar del esfuerzo familiar, y estudiando igual o más que el que sí la tenía, creo firmemente que el sistema de becas está obsoleto. Hay que recompensar el esfuerzo y no penalizar el origen familiar. El nuevo sistema requerirá mayores inversiones, lo sabemos; por eso el Estado seguirá ayudando al que lo necesite, pero premiando la cultura del esfuerzo y de la capacidad individual por méritos propios. Si realmente queremos unirnos al sistema europeo, hagamos como ellos: paguemos, aunque sea simbólico, a aquellos que decidan estudiar. Ya se sabe: en esta vida, todo se mueve por incentivos.

Wednesday, June 23, 2010

Algo que celebrar

En mayo de 2008, cuando finalizaba la temporada futbolística y el Barça era “más que un club” pero no ganaba títulos, sus socios y simpatizantes, muy decaídos de ánimo, vivían con desencanto y frustración la sequía de resultados. Fue entonces cuando el presidente de la entidad reunió a las Peñas y tratando de animar a aquella masa social adicta y fiel les dijo: “¡Al loro, que no estamos tan mal, hombre!”, palabras proféticas porque desde entonces aquel Club lo ganó casi todo.

Traigo a colación el grito de ánimo del entonces presidente blaugrana porque en medio de tantas y tan malas informaciones políticas, sociales y sobre todo económicas que destrozan nuestra moral y nos hunden en el pesimismo, siempre aparece alguna buena noticia que nos recuerda que hay algo que celebrar.

Como ocurrió hace dos semanas cuando la Asociación Ambiental y del Consumidor (ADEAC) dio a conocer el estado de las playas españolas y Galicia ostenta el record de arenales en los que este año ondeará la bandera azul y duplica el número de puertos deportivos con esa enseña.

Por tanto, parafraseando al ex presidente Laporta, no estamos tan mal o al menos no estamos mal en todo. Galicia cuenta con 122 playas repartidas por toda la costa, desde Ribadeo a A Guarda, que están limpias, tienen una excelente calidad de las aguas y disponen de servicios adecuados para que los bañistas y sus acompañantes pueden disfrutar a lo largo del verano que empezó el lunes.

Pero este logro no es para morir de éxito. Los arenales limpios conviven con zonas costeras que soportan vertidos incontrolados que contaminan las costas, las aguas y el aire porque gran parte de los fondos europeos fueron destinados a palacetes y obras sin mucho sentido en lugar de llevar a cabo actuaciones medioambientales para dotarnos de las infraestructuras adecuadas de saneamiento, que es un servicio básico en los países desarrollados.

Hace unos días la Xunta presentó un plan de saneamiento integral de la costa. Cuando esté concluido, allá para 2014, la alegría por las banderas azules será más intensa porque la limpieza de las rías, que conforman un paisaje singular y generan una importante actividad económica, sí que merece ser celebrada. A ver si esta vez no queda en simple promesa.

Monday, June 21, 2010

Las voces de Haití se van apagando

El volcán, la crisis económica, las primeras elecciones de Reino Unido y las recientes de Bélgica… todo se ha puesto de acuerdo para que nos olvidemos de esta pequeña región. Algo que no tiene nada de extraordinario, por otra parte. Haití entró en nuestras vidas tras el terrible terremoto que la asoló; en ese momento se pidió nuestra colaboración, pero sin analizar cómo era su anterior situación: gran desestabilidad política –golpes de estado continuos y sucesivas dictaduras–, puesto 150 en el IDH, receptor de constante ayuda al desarrollo sin resultados visibles, continuos conflictos socio-económicos con la República Dominicana…

Y se lucha por su reconstrucción. ¿Reconstrucción de qué? No se puede reconstruir una estructura que nunca existió. ¿No habrá llegado el momento de luchar por mejorar su situación? Apliquémonos por conseguir que no sea el 70% de la población la que vive en la pobreza –su alimento se basa en galletas de lodo, manteca y sal–, su situación tiene una progresión descendente desde los años ochenta, sin comercio, sin estructura empresarial –dos tercios de la población está en paro–, y con una condonación de su deuda obtenida en 2009.

¿Deseamos que regresen a esa situación? ¿Ya nos conformamos? La ONU entró en conflicto con EE UU por haber llevado a cabo una respuesta de auxilio inmediata. Se sigue discutiendo. ¿Qué importa eso ahora? ¿Hasta qué punto la jerarquía puede tener más valor que el salvar una vida? Permitamos que EE UU continúe reconstruyendo el país. Tiene más intereses en este país que los demás, y eso puede ayudarles. Si no vamos a mejorar su oferta, mejor no apostemos.

Thursday, June 17, 2010

Parches superficiales

Al margen de los tremendos recortes, como la bajada de sueldos a los funcionarios, la congelación de las pensiones, la reforma laboral que se aprueba hoy y más recortes que vendrán en prestaciones y servicios que creíamos consolidados, que pagarán los de siempre, otros remedios que las distintas administraciones están aplicando para hacer frente a la brutalidad de la crisis son parches que tan solo tapan la superficie, pero no llegan al fondo del problema.

Por poner unos ejemplos, que los gobernantes se rebajen un poquito los sueldos, que prescindan de unos pocos altos cargos, que cambien los coches de alta cilindrada o que suban impuestos a los ricos -en distinto porcentaje según donde vivan-, está bien, pero son solo medidas testimoniales, simples golpes de efecto muy mediáticos que implican cambios de barniz y ahorros poco significativos que, además, les permiten mantener el statu quo.

Ahora bien, si nuestros dirigentes políticos quisieran reparar el socavón de la crisis deberían acometer cambios profundos en las estructuras político-administrativas estatales, autonómicas, provinciales y municipales para aligerar -y en muchos casos eliminar- cientos de montajes administrativos tan descomunales como inútiles, cerrar empresas públicas fantasma y ruinosas y amortizar miles de cargos sin función o con ella duplicada y decenas de gabinetes sin sentido. No será fácil que adopten medidas de tanto calado, casi revolucionarias, porque para muchos vivir de la administración es su único oficio y todos quieren sobrevivir al amparo del poder. Dejó escrito Bernard Shaw, que no se puede cambiar a una persona cuya subsistencia depende de no dejarse convencer.

Parafraseando a Alvin Toffler, ahora parecen satisfechos sentados como están en las proverbiales sillas de cubierta antes de que el Titanic se hunda.

Pero que no se engañen. La estructura y configuración del tinglado político y administrativo que han creado es insostenible económicamente, con crisis y sin ella y, más que parches, requiere recortes drásticos y redefiniciones profundas en muchas de esas administraciones que son demasiadas e ineficaces. Si algunas de ellas desaparecieran tampoco se echarían en falta porque aportan poco o nada al bienestar de los administrados.

Thursday, June 10, 2010

¿Y si se nos obliga a votar?

Mi respuesta siempre fue negativa; ahora, en cambio, dudo. El voto es un derecho del ciudadano y una de las bases de la democracia, que permite que todos formemos parte de la élite del poder. Tenemos el derecho al voto porque somos ciudadanos, pero ¿tenemos obligaciones? ¿Es el voto una de ellas? Si no se vota, ¿tenemos derecho a la queja, a la réplica?

Viví en Bruselas una temporada. Tocaban elecciones al Parlamento y una carta llegó a mi casa. Se me obligaba a presentarme en las urnas, ya que era una residente más. No lo hice, pero tras enviar los oportunos justificantes. Allí se ‘obliga’ al voto.

En Colombia, en lugar de obligar, se incentiva. Un voto, un día menos de trabajo. Y votan más: los más informados, y los menos. Eliminemos ya ideas como: “si no entienden, que se mantengan al margen”. No, ¿o es que vamos a volver al sistema de ciudadanía griega?

Todos conocemos nuestros intereses. Incluso si un analfabeto sabe lo que quiere, ¿por qué no puede castigar al que más le perjudique?

No estoy segura del cambio; no sé si aportaría beneficios, pero creo que en un Estado democrático, el poder necesita del respaldo ciudadano. Treinta y dos países, treinta y dos versiones distintas: ausencia consecutiva a elecciones y renuncio al sufragio por no ejercer, establecimiento del voto como derecho irrenunciable, restricción de acceso a servicios públicos por no haber participado en la elección, sanciones económicas por no ejercer el derecho… ¿Mantendremos inalterada nuestra Constitución?

Reflexionemos todos: los ciudadanos, para luchar por lo que es nuestro; los gobernantes, porque quizá ninguno está ofreciendo lo que muchos esperamos.

Wednesday, June 09, 2010

Irrumpe la corrupción

Mientras la gran mayoría de los gallegos viven angustiados por llegar a fin de mes, por el paro, por la congelación y las rebajas salariales o por la inseguridad que rodea a sus puestos de trabajo y toda la sociedad es presa de la incertidumbre que está sembrando la crisis económica que avanza desbocada, algunos políticos se entretienen en destapar y revolver la basura que ellos mismos generaron.

No sabría decir por qué, pero las denuncias de casos de corrupción irrumpen ahora con fuerza en Galicia. Aprovechando que dos ex concejales se sentaron en el banquillo, destacados dirigentes políticos están librando una dura batalla y esparcen corrupciones que los socialistas intentan extrapolar de Gondomar a otros concellos como práctica urbanística generalizada de los populares, y estos, a su vez, rebuscan en los archivos y denuncian una supuesta trama de sociedades para acopio y desvío de fondos públicos al partido socialista.

Yo no se quien tiene razón. Los ciudadanos normales acudimos a los juzgados con pruebas, pero estos portavoces convocan ruedas de prensa buscando efectos mediáticos pasajeros porque al final ya verán como estas acusaciones quedan en nada, como quedó el asunto de las dietas cobradas indebidamente, lo que hace sospechar que son más los casos que se tapan que los que se persiguen hasta el final.

La corrupción junta lo peor de la iniciativa privada con lo más despreciable del poder político hasta formar pandillas de malhechores que secuestran a un país de ciudadanos honestos y apenados por tantos casos de cobro de comisiones, de prevaricaciones y cohechos, de tráfico de influencias, sobornos o evasión fiscal, sin contar las corruptelas menores. Es cierto que la mayoría de los políticos son honrados, faltaría más, y que todos merecen la presunción de inocencia. Pero los ciudadanos ya no necesitamos sentencias firmes para sacar conclusiones de los incrementos de muchos patrimonios.

Por eso, si a los políticos les queda algo de dignidad democrática deben esclarecer estas conductas y limpiar sus propias casas desinfectándolas hasta erradicar de sus formaciones cualquier sospecha de comportamiento indecente. Endureciendo las leyes y haciendo transparentes las cuentas de los partidos.

Wednesday, June 02, 2010

Nuevos rectores

Coinciden los rectores electos de Vigo y Santiago en la preocupación por la financiación de las universidades, un asunto que ambos tendrán que gestionar en tiempos de crisis, que eleva a enormes las dificultades económicas. Sostener el actual modelo universitario requiere, además de los fondos públicos, otras fuentes alternativas de financiación, la búsqueda de economías de escala entre las tres universidades y una mayor racionalización y eficiencia del gasto aprovechando los recursos humanos y materiales.

También coinciden en el objetivo de buscar la excelencia para sus campus, lo que implica el desarrollo de las capacidades y competencias de profesores y estudiantes para ofrecer a la sociedad una universidad competitiva en la que florezca el trabajo, la reflexión y los saberes y de la que salgan titulados homologados a sus colegas de nuestro entorno.

Gobernar hoy las universidades debe ser una tarea ardua y tendrán que resolver muchos problemas porque la complicada encrucijada a la que se enfrenta la sociedad seguramente es un laberinto para las doctas instituciones. Decía el profesor Casares Long que "fai falta un esforzo importante por parte dos profesores, levamos moito tempo cun modelo que temos que mudar". El problema es como afrontar esa "mudanza" en el contexto educativo de un Plan Bolonia que necesita una gran implicación de todos y cautiva a muy pocos. Además, en las aulas se percibe un decaimiento anímico del profesorado, mientras los alumnos tienen casi como único objetivo la obtención del título.

Pero ese es uno de los retos, generar el cambio en la universidad para que, tras una reflexión prospectiva, adecúe planes y procesos educativos a las necesidades y exigencias de la sociedad del mañana, que será distinta en su sistema productivo, en el ámbito de las profesiones y en las necesidades de investigación. Educar, dice James W. Botkin, es preparar hoy a los hombres para que mañana sepan hacer frente a situaciones nuevas.

Dicho lo anterior y sin querer aguar la fiesta, quizá los rectores -y la sociedad gallega- deban preguntarse si Galicia tiene masa crítica y puede sostener tres universidades. Pregunta pertinente cuando tantos sectores están inmersos en reestructuraciones tan profundas.